jueves, 16 de enero de 2014

No hay dos sin tres

En los últimos meses he sido testigo de excepción de un par de hechos algo inesperados, pero esperanzadores. El escenario fue la sala Bóveda, los protagonistas, dos bandas nacionales, Angelus Apatrida y Crisix, ambos consiguieron un llenazo absoluto y ambos hicieron dos bolos demoledores. Lo inesperado no fue que realizaran tal demostración de poderío, conocíamos de sobras lo que son capaces de hacer, lo sorprendente fue ver la sala llena hasta la bandera, algo desgraciadamente no demasiado habitual en los tiempos que vivimos y menos tratándose de producto nacional, ya sabemos que nuestros musicos, vete a saber porqué, tienen que luchar el doble. Lo cierto es que fue una auténtica gozada ver el ambientazo creado por dos grupos a los que hemos visto nacer, crecer y llegar a ser dos alternativas serias en la escena metálica no ya nacional, si no internacional. Son demasiadas las veces que he visto a alguna de nuestras propuestas más rutilantes tocar para una veintena de personas, y ya era hora de ver a dos de nuestros grupos ocupar el lugar que por calidad, perseverancia y trabajo se merecen. 
Le llega el turno ahora a ´77, otro de esos combos a los que les tengo un cariño especial, presentan su tercera obra, el flamante "Maximum Rock´n´Roll", el lugar será el mismo donde semanas antes sus colegas habían triunfado, y doy por seguro que volverá a ser otra noche para el recuerdo. Han sido tantas las veces que les he visto que se me entremezclan las imágenes de varios conciertos, pero nunca, repito, nunca he salido decepcionado de ninguno de sus bolos, más bien todo lo contrario, los cabrones siempre consiguen subirme el ánimo y que acabe pensando que con bandas así el futuro del rock´n´roll está asegurado. Ya sabéis, son lo que se dice una "real fucking rock´n´roll band" sin artificios baratos, sin esa cutre pose rockera tan en boga en algunos hypes que todos conocéis, solo sudor y rock´n´roll, ni más ni menos. Dudo mucho que a estas alturas nadie que esté mínimamente metido en esta movida no los haya visto aunque sea una vez, pero si hubiera algún caso raro por ahí fuera, el próximo viernes día 24 habrá otra oportunidad de presenciar lo que probablemente sea uno de los mejores directos que puedas presenciar hoy día, así de claro y rotundo lo digo. 
Hoy mismo me preguntaban que tipo de música hacían, tan solo rock´n´roll con pelotas y corazón, pero si quieres nombres te daré unos cuantos: The Who, Chuck Berry, Kiss, Queen, AC/DC, Bo Didley, cualquier bluesman de la factoría Chess y si me apuras hasta los Stones. Como decía al principio, no me cabe la menor duda de que reventaran la sala de Poble Nou igual que hicieron con la 2 de Apolo cuando presentaron su anterior "High Decibels", ojalá entre todos aupemos a nuestras bandas a estar en el lugar que sin duda merecen. Recordad, 24 de Enero en la Sala Boveda, esa noche llegará el apocalipsis. 

martes, 14 de enero de 2014

¿Qué está pasando?

En los últimos meses me he visto en algunas situaciones digamos curiosas, que me han hecho reflexionar en lo que está pasando en el mundo del rock´n´roll en general. No hace mucho hablaba con un familiar poco dado al tema de conciertos y muy alejado del entorno rockero, me explicaba que esperaban la llegada de un amigo de fuera y que esa misma noche después de cenar asistirían al concierto de Artic Monkeys. Me sorprendió que dedicaran esa velada a ir a un concierto de rock, cuando no tenía constancia de que pudiera interesarle ni la banda ni el estilo que practicaban, por lo que le comenté: "No sabía que te gustara el grupo", a lo que me contestó: "No me gustan, de hecho no sé ni lo que hacen, pero dicen que puede ser un gran espectáculo". Estaba claro que para él el show de Arctic Monkeys era como ir a ver un partido del Barça o presenciar un espectaculo del Circ Du Solei, un entretenimiento más en el que poco importa si la banda te gusta o no. Simplemente algunos conciertos de rock se han convertido en una alternativa más, puedes ir al cine, al teatro, a un buen restaurante o a ver AC/DC, porque amigos, no creo que las sesenta mil personas que abarrotaban el Estadi Olimpic en la última gira de los australianos, fueran amantes del grupo ni tan siquiera conocieran discos como "Powerage" o "Let There Be Rock". Recuerdo que hasta mi hermana, lo más antagonista al rock´n´roll que tengo en mi entorno, se planteó pagar el pastón de la entrada para ver a Angus destrozar su SG. Quizás hay esté la explicación de que U2 puedan llenar un Camp Nou o Springsteen arrase venga una o cien veces, el gran publico ha decidido que el rock mola, por lo menos algún tipo de rock. 
No hace ni un día, alguien que lo más rock que ha escuchado ha sido Maná, me decía: "Tú que estás enterado, ¿es verdad que los Rolling Stones van a volver a hacer una gira? Joder, si te enteras de si vienen me lo dices que no me los quiero perder por nada del mundo. Palabras textuales. ¿Conoce este hombre las excelencias de "Exile On Main Street"? ¿Significa "Sticky Fingers algo en su vida? Evidentemente no 
¿Se ha convertido nuestra música en un entretenimiento más para las masas? Eso parece y no me malinterpretéis, no me desagrada que una banda de rock, sea cual sea, reviente estadios por doquier, lo que me jode es que son cuatro los que se reparten el pastel y eso no repercute en que una escena underground se aproveche de ello. 
Volviendo a la banda de los hermanos Young, ¿os imagináis que sólo un 5% de esas sesenta mil personas se interesáran por algo más que ver una muñeca hinchable y reconocer "Highway To Hell" entre el repertorio? Seguramente que a bandas como Rhino Bucket o ´77 le irían mejor las cosas. No hay relevo generacional, con todos mis respetos, pero es vergonzoso que la gente prefiera ver a unos Stones octogenarios (o peor a una banda tributo) que a un potente joven combo que deja la piel ante un misero centenar de personas. 
Lo último fue que alguien me preguntara si ese logotipo tan molón (se refería al de Ramones) no era una marca de ropa, deberíais de ver su cara cuando le dije que no, que aquel sagrado escudo era una de las mejores putas bandas de la historia del rock. Que puta es esta vida a veces.

miércoles, 8 de enero de 2014

Otra batalla perdida... ¿o es ganada?

Conocí a Jordi Meya y a Richard Royuela a mediados de los noventa, ellos entonces eran redactores de Popular 1 y yo tenía un modesto fanzine con el que se apresuraron a colaborar desinteresadamente, un triunfo para mí, ya que como lector habitual del Popu, era todo un placer que dos de sus colaboradores se interesaran por tan humilde producto. Al tiempo al Sr. Meya le llegó la oportunidad de dirigir la edición española de Rocksound, una consolidada revista francesa que iba a ser lanzada en nuestro país de forma inminente, esa oferta llegaba casi a la vez que nuestra decisión de dejar de editar Zombi, nuestro modesto proyecto que nos estaba llevando al agotamiento físico y mental, así que en el mismo momento que Rocksound fue una realidad, Zombi dejaba de existir, y me acuerdo como si fuera ayer, Jordi me comentó: "Si te apetece, puedes continuar escribiendo con nosotros". Dicho y hecho, desde el primer número que estoy con ellos, si no me equivoco sólo Richard, Carles Ramirez y yo estamos desde el puto comienzo.
Desde entonces les he visto pasarlas de todos los colores, desde la conversión a Rockzone esquivando un marrón muy gordo, a esta última decisión de pasarse al digital, y aunque no estuviera de acuerdo al 100 % con la linea editorial y con algunos de los nombres encumbrados en sus páginas, hay que estar ciego para no reconocer que es una gran revista de rock´n´roll. 
Como un romántico empedernido en esto de la música, esta decisión de digitalizar su propuesta ha sacudido mis cimientos, soy de los que necesitan "lo físico", no puedo vivir sin poner mis vinilos, estudiar los libretos de los cds o ir al kiosko cada mes a comprar mis revistas favoritas, y Rockzone por razones obvias es especial, aquello es mi casa, lo considero algo muy mío y el ritual de bajar cada mes a la redacción a recoger la revista lo voy a echar de menos. Lo sé, soy un troglodita en vías de extinción, y al igual que no concibo leer un libro en una tablet o escuchar un disco en un Iphone, me va a costar mucho tener que leer a partir de ahora Rockzone en el ordenador, pero es lo que hay y la decisión, al margen de preferencias personales, está cargada de coherencia, inteligencia y sentido común. 

Los tiempos cambian y era arriesgado, por no decir suicida, aferrarse a un formato que por mucho que amemos ha sufrido una brutal transformación, renovarse o morir, y al fin y al cabo seguirán estando ahí, dando la vara con la última banda de metalcore a seguir o reivindicando a la última sensación punk. 
Sé que les irá bien, son gente capaz, testaruda, lista, trabajadora y lo que es más importante, aman esta movida, y sólo con ver la ilusión con la que encaran esta nueva y esperanzadora etapa que ahora comienzan, merece la pena haber perdido otra batalla contra estos tiempos que todo lo engullen, o como dice el enunciado, quizás se haya ganado la batalla y sea yo el jodido testarudo que no acepta unos cambios que me da mucha pereza incorporar a mi vida. Larga vida a Rockzone, muchísima suerte en estos nuevos horizontes que vais a explorar, y tener por seguro que seguiré ahí con vosotros, echando una mano en lo que pueda.