miércoles, 16 de octubre de 2013

Ven a conocer el Río Marrón...

Los conocí como a tantos otros a través del blog “Corazón De Rock´n´roll” de mi buen amigo Manel Celeiro, y lo que son las casualidades de la vida, cuando estaba investigando sobre ellos, chequeando youtubes y demás, recibí la llamada de Rockzone, la revista donde colaboro: “Tengo aquí un disco que seguro que te va a encantar, son de Madrid, se llaman Dirty Browns y hacen un poderoso blues pantanoso que seguro te interesa”, sonreí y aquella misma tarde bajé a la redacción a por el disco, que dicho sea de paso tenía un titulo que me encantaba “Goatman Said Everything´s Ok”.
No sé a vosotros, pero a mí uno de los lugares donde más me gusta escuchar música es en el coche, conduciendo y con un buen trecho por delante, introduje el CD en el reproductor y los áridos acordes de ·Hell Boogie” ya me causaron una muy buena impresión, cuando llegó “Brown River”, el segundo corte, ya estaba absolutamente embelesado ante tal demostración de clase y poderío, me acorde de mi colega Manel y pensé que el cabrón lo había vuelto a clavar, han sido muchas tertulias musicales juntos y me conoce muy bien. La audición iba en crescendo, cuando llegó esa imperial y bellísima “Lucky Boy Blues” no daba crédito amigos, ese solo parecía tocado por el mismísimo David Gilmour si éste se hubiera unido a un sucio y oscuro combo de blues, me venían a la mente muchos nombres y estilos que no sé si ellos mismos estarían de acuerdo, pero no podía evitar ver las influencias de gente como Smithreens, Cruzados, Green On Red, Del Fuegos, Tito & Tarantula, Tom Waits, ZZ Top, Johnny Cash, David Allan Coe y tantos grandes de la música de raíces americana.

En efecto,  estábamos ante algo serio, uno de esos discos que no se encuentran todos los días y eran de aquí, de casa nuestra, un valor añadido por lo difícil que las bandas nacionales lo tienen para sobrevivir.

Este próximo sábado 19 de octubre, estarán presentando su joya en el escenario del Rocksound. A menudo hemos comentado la suerte que tienen los yanquis con esa cantidad de garitos que poseen donde se programa música en directo cada día y donde con un poco de suerte puedes encontrarte con auténticos diamantes en bruto, pues bien, no estamos ni en Lousiana, ni en Mississippi ni en ningún antro de Texas, pero si vives por Barcelona o sus alrededores no te puedes perder a un cuarteto responsable de uno de los mejores discos editados el año pasado, en uno de los mejores clubs de esta ciudad. Como ellos mismos dicen en uno de sus temas: Ven al rio marrón, no te arrepentirás. Al fin y al cabo, ¿hay algo mejor que hacer un sábado por la noche?

jueves, 10 de octubre de 2013

Lo primeros pasos...

Hace poco lo hablaba con algunos amigos y nos hacíamos esta pregunta: ¿Es “Pronounced Leh-Nerd Skin.Nerd” el mejor debut de la historia? Si tenemos en cuenta que ahí están dos de los mejores temas que nunca he escuchado (“Free Bird” y “Simple Man”, por supuesto) y que además también incluye perlas imperecederas como “Gimme Three Steps”, “Poison Whiskey” o “Tuesday´s Gone”, podríamos afirmar que si no lo es, poco le falta. Rápidamente empezamos a disentir, tío ¿y qué me dices del primero de Led Zeppelin?. Efectivamente, ese disco también merecería el cetro al mejor debut de la historia.

La conversación subió de tono y todo Dios empezó a decir la suya, cité dos trabajos absolutamente increíbles, el estreno de los Ramones y otro menos típico pero que ocupa un lugar de honor en mi ranking particular, el “Bangkok Shocks, Saigon Shakes, Hanoi Rocks”. Los finlandeses eran pipiolos menores de edad y se descolgaron con un disco impecable, ahí estaban piezas como “Lost In The City”, “Tragedy”, “11Th Street Kids”, “Cheyenne” o “Don´t Never Leave Me”, estaba claro que esas composiciones estaban sólo al alcance de los elegidos.  Se empezaron a citar clásicos a degüello, “The Doors”, “Black Sabbath”, “Van Halen”, “Too Fast For Love” (no me duele reconocer que este nombre lo dije yo mismo), “Music From Big Pink”, “Never Mind The Bollocks”, “Vincebus Eruptum”,  “Cheap Trick”, “New York Dolls”, “Show No Mercy”… todo el mundo decía la suya, hasta que alguien soltó una frase que hizo callarnos a todos de golpe: “Os parecerá que estoy loco, pero para mí, el debut de los Neurotic Outsiders es toda una obra maestra”. Pasaron unos segundos hasta que hubo una reacción unánime, no se puede hablar del debut de un grupo que sólo lanzó un disco y que encima no era ni siquiera una banda estable, pero el tío insistía: “Lo que queráis, pero para mí sigue siendo insuperable”.
Sigo pensando que el ejemplo no era válido, pero al día siguiente cuando llegué a casa, recuperé el álbum después de mucho tiempo sin escucharlo y en lo que sí tenía toda la razón es que aquel trabajo era impecable, incendiario, contundente, casi perfecto. Os acordareis que ahí estaban metidos Duff Rose McKagan y Matt Sorum, entonces todavía miembros de Guns´n´Roses, John Taylor, bajista de Duran Duran, y el gran Steve Jones. Se juntaron, compusieron la joya (una potentísima colección de temas de hard rock punk poderoso y musculado), la lanzaron al mundo y cada uno a lo suyo, como si fuera fácil hacer algo así.

Más tarde me acordé de otro disco similar, el apocalíptico “Demolition 23”, otra super banda con Michael Monroe y Sam Yaffa de Hanoi Rocks, y el malogrado Jay Hennings, que con la ayuda en la producción del mismísimo Little Steven, facturó otro de esos discos legendarios.

Eso sí, al final no hubo manera de ponernos de acuerdo en cual sería ese disco que merecería ser considerado como el mejor debut de todos los tiempos, aunque todos coincidimos en que aquel ya lejano “Neurotic Outsiders” era atómico.