Hace
poco lo hablaba con algunos amigos y nos hacíamos esta pregunta: ¿Es
“Pronounced Leh-Nerd Skin.Nerd” el mejor debut de la historia? Si tenemos en
cuenta que ahí están dos de los mejores temas que nunca he escuchado (“Free
Bird” y “Simple Man”, por supuesto) y que además también incluye perlas
imperecederas como “Gimme Three Steps”, “Poison Whiskey” o “Tuesday´s Gone”,
podríamos afirmar que si no lo es, poco le falta. Rápidamente empezamos a
disentir, tío ¿y qué me dices del primero de Led Zeppelin?. Efectivamente, ese disco
también merecería el cetro al mejor debut de la historia.
La
conversación subió de tono y todo Dios empezó a decir la suya, cité dos
trabajos absolutamente increíbles, el estreno de los Ramones y otro menos típico
pero que ocupa un lugar de honor en mi ranking particular, el “Bangkok Shocks,
Saigon Shakes, Hanoi Rocks”. Los finlandeses eran pipiolos menores de edad y se
descolgaron con un disco impecable, ahí estaban piezas como “Lost In The City”,
“Tragedy”, “11Th Street Kids”, “Cheyenne” o “Don´t Never Leave Me”, estaba
claro que esas composiciones estaban sólo al alcance de los elegidos. Se empezaron a citar clásicos a degüello,
“The Doors”, “Black Sabbath”, “Van Halen”, “Too Fast For Love” (no me duele reconocer
que este nombre lo dije yo mismo), “Music From Big Pink”, “Never Mind The
Bollocks”, “Vincebus Eruptum”, “Cheap
Trick”, “New York Dolls”, “Show No Mercy”… todo el mundo decía la suya, hasta
que alguien soltó una frase que hizo callarnos a todos de golpe: “Os parecerá
que estoy loco, pero para mí, el debut de los Neurotic Outsiders es toda una
obra maestra”. Pasaron unos segundos hasta que hubo una reacción unánime, no se
puede hablar del debut de un grupo que sólo lanzó un disco y que encima no era
ni siquiera una banda estable, pero el tío insistía: “Lo que queráis, pero para
mí sigue siendo insuperable”.
Sigo
pensando que el ejemplo no era válido, pero al día siguiente cuando llegué a
casa, recuperé el álbum después de mucho tiempo sin escucharlo y en lo que sí
tenía toda la razón es que aquel trabajo era impecable, incendiario,
contundente, casi perfecto. Os acordareis que ahí estaban metidos Duff Rose
McKagan y Matt Sorum, entonces todavía miembros de Guns´n´Roses, John Taylor,
bajista de Duran Duran, y el gran Steve Jones. Se juntaron, compusieron la joya
(una potentísima colección de temas de hard rock punk poderoso y musculado), la
lanzaron al mundo y cada uno a lo suyo, como si fuera fácil hacer algo así.
Más
tarde me acordé de otro disco similar, el apocalíptico “Demolition 23”, otra
super banda con Michael Monroe y Sam Yaffa de Hanoi Rocks, y el malogrado Jay
Hennings, que con la ayuda en la producción del mismísimo Little Steven,
facturó otro de esos discos legendarios.
Eso
sí, al final no hubo manera de ponernos de acuerdo en cual sería ese disco que
merecería ser considerado como el mejor debut de todos los tiempos, aunque
todos coincidimos en que aquel ya lejano “Neurotic Outsiders” era atómico.
Esos eternos debates....Complicado, muy complicado elegir un uno, hay tantos buenos debuts...Abrazos
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